De papeles


Llevamos unos días dándoles vueltas a unos papeles
Unos papeles que alguien ha escrito, pero el que se pensaba que los había escrito ha tardado unos días en decir que no son suyos, aunque primero dijo que  no eran suyos tal como habíaN sido publicados porque eran una fotocopia y podrían haber sido modificados. Luego otro dijo que son falsos menos algunas cosas, e incluso hay quien dice que sí son ciertos esos apuntes. Pero no falta el que dice que lo que ayer era totalmente falso ya no lo es y que lo que aparece ahí son medias verdades.
Parece un galimatías, o el guión de una película de risa, pero no lo es.
El caso es que esos papeles, falsos, semifalsos o verdaderos,  nos han servido para darnos cuenta de que efectivamente  aquí hay alguien que ha perdido los papeles.
El Sr. Presidente del Gobierno pierde sus papeles por no salir inmediatamente al paso a enfrentarse a la prensa y responder a sus preguntas para dar la explicaciones oportunas. Pierde sus papeles cuando habla a ¿los ciudadanos? días después, a través de una rueda de prensa que no es tal, sino la peor de las versiones de una rueda de prensa que ningún periodistadebería admitir. Pierde sus papeles cuando no acepta que le pregunten. Pierde sus papeles cuando sí habla en en el extranjero, delante de una dirigente extranjera y a determinados medios.
Pierde sus papeles el Partido Popular cuando dice que se querellará contra el País y contra todos los que difundan esa noticia, pero tampoco está dispuesto a dar las explicaciones oportunas a pesar de que algunos de sus dirigentes sí reconocen públicamente que alguna de esas anotaciones son ciertas.
Pierden sus papeles cuando para defenderse recurren al juego del “Y tú más” y empiezan a despotricar contra todo hijo de vecino, bueno, contra todo hijo de vecino no, sobre todo y por encima de todo contra el Partido Socialista.
Pierde sus papeles, la Sra. Mato, cuando después de que la Policía, la Policía , no la prensa esta vez, descubre pagos de regalos que la trama Gürtel le ha hecho a ella y a su familia  no dimite. Pierde sus papeles la Sra. Mato cuando para aclararlo dice que eso son cosas de su marido. Y pierde los papeles cuando ella también se esconde debajo de vete tú a saber qué, quién o dónde.
Por cierto a todos estos políticos que tanto miran para Alemania o el Reino Unido como paradigma de sus recortes y modelo a seguir, habría que recordarles que en Alemania, el ministro de Defensa dimitió tras ser acusado de plagiar su tesis doctoral, o en el Reino Unido, el ministro de Energía lo hizo por intentar ocultar una infracción de tráfico. Peccata minuta si lo comparamos con lo que estamos viviendo en España estos días.
Pero perdemos también los papeles los ciudadanos, aunque obviamente no en la misma medida, porque nos hemos dejado avasallar, porque hemos permitido y permitimos que una serie de personajes en nuestro nombre y en el de la democracia campen a sus anchas por los caminos de la corrupción, la estafa y  la prevaricación y nosotros no estemos haciendo nada para evitarlo, más que lamentarnos de lo corrupto que está el sistema y que no hay nada que nosotros podamos solucionar. Eso sí, cada uno en su casa y sin tomar ningún tipo de medida. ¿Acaso va alguien a moverse por nosotros? ¿Nuestros representantes? ¿Esos que se consideran legitimados por las urnas pase lo que pase pasándose por el forro cualquier asomo de integridad o dignidad?
Ya lo dijo Martin Luther King: "La sumisión y tolerancia no es el camino moral, pero sí con frecuencia el más cómodo."
Hemos perdido nuestros papeles y es hora de volver a recuperarlos, para poner en su sitio a aquellos que no sólo han perdido los suyos, sino que en muchos casos nos están robando los nuestros.

*Actualización: Cuando terminé de escribir el post, me pasé por el blog de mi amiga Superwoman, y me he alegrado al ver que ella también piensa lo mismo y dice:Pero hoy, para volver, tengo un mensaje importante que dar: no nos hacen falta nuevos políticos si no vamos a cambiar nosotros. Volverá a ocurrir lo mismo. Nos hace falta implicarnos en la política, controlarlos, estar pendientes para que no nos vuelvan a jugar una pasada así. Y por supuesto, no tolerar el fraude a ningún nivel. " Pero os recomiendo que por supuesto leáis todo su post "Somos más y lo mejor es predicar con el ejemplo"aquí  

Comentarios

  1. Pues amén... y dice mucho que no nos pusieramos de acuerdo para pensar las dos lo mismo...
    Un supersaludo

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  2. Verdaderamente, Pilar, la primera parte es muy divertida y parece más una película paródica que la realidad, pero tú no has hecho sino resumir la realidad de lo que vamos sabiendo, y ahora que escribo esto, hay más datos y más información. Bueno, ya lo sabemos, aunque antes lo podíamos imaginar. ¿Y ahora qué? Es un escándalo, aquí no dimite nadie, todos niegan, todos se esconde, y el "debate" de ayer fue una milonga continuada. Yo no sé qué podemos hacer, aparte de salir a la calle a manifestarnos, que es lo que estamos haciendo, pero nada más. No sé cómo podemos pararlos, cómo echarlos de una vez, y que todo se renueve y se limpie. Lo de participar en política es verdad, quizás desde lo local, pero ¿hay cauces efectivos o todo está dispuesto para que no participemos o lo hagamos lo menos posible? A ver si por ahí surge alguna idea.

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  3. Nuestra existencia no transcurre en el vacío, sin escenarios o entre vías estériles colmadas de elementos indolentes o construcciones edilicias habitadas de indiferencia. Cada una de las personas nos situamos en un determinado proscenio de un específico contexto.

    Y comienza el espectáculo. Una función multidisciplinar e interactiva en la que se entremezclan manifestaciones expresivas de todo tipo conforme a las vivencias singulares y sociales. En tal proscenio nos movemos. Unas veces más cerca de la trama jugando un papel en la obra, otras más próximos al público y algunas, entre la orquesta, tocando el instrumento musical que nos ha correspondido conforme a los acontecimientos de cada cual.

    Mas para entrar en contacto con esas distintas dimensiones escénicas hay que elevar, en primer lugar, el telón de una oscuridad interior secularmente asentada. A partir de ahí, es preciso una ciudadanía con capacidad de construir, con el deseo de reflejar ética y estéticamente lo que pretende, con una actitud crítica y una disponibilidad para rivalizar con los modelos que nos dirigen a la destrucción individual y al desastre colectivo...

    Tenemos el deber de luchar contra la costra de torpezas, la pústula hedonista de la corrupción, la ignorancia complacida, la frivolidad que nos inunda y, además, ser capaces de resistir ante tal marea que nos arrastraba a esta situación actual.

    Y así podría seguir: familias, centros educativos, medios de comunicación, empresas de dimensiones distintas, corporaciones, gobiernos de distintas dimensiones... Creo que estamos ante esa debacle estructural, generalizada, ante una escasa conciencia personal y colectiva y con una falta de conciencia e iniciativa para modificar la situación.

    Hemos sido, como sistema social, incapaces de construir capital humano en las familias, en las escuelas, en los institutos, en las universidades, en la empresa pública y privada, en las instituciones, en las gobernanzas públicas... Sin patrimonio intangible individual y social en las personas, no vamos a ningun sitio. Como colectivo creo que hemos sido obedientes a los dictados, acríticos con las propuestas, escasos en los compromisos, faltos de ética civil, practicantes de un costumbrismo teocrático sin profundizar en las raíces judeo-cristianas o agnósticos carentes de ética, fieles al todo vale y al mérito de la imagen externa...

    Estamos ante un desastre colectivo, a mi entender, y creo que no hemos tocado fondo. Sobrevivirán y harán futuro aquellas personas de cualquier edad, que tengan la certeza de sacar la cabeza para respirar entre tanta basura.

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  4. SW, yo creo que sí dice mucho. Bicos.
    Clares,no sé que es lo que podemos hacer, pero obviamente quedarse en casa lamentándonos y lamiéndonos las heridas, no va a traernos la solución a todo esto. Seguro que hay pequeñas acciones del día a día que harán que poco a poco vayamos consiguiendo cosas, pero lo que está claro es que hay que reaccionar ya, cada uno en su medida y en su ámbito de actuación. Bicos.
    José Luis, no quiero ser pesimista, la raza humana es capaz de mostrar lo peor de sí misma,pero también lo mejor. Así que espero que sobreviva mucha gente, toda esa que vemos cada día harta de esta situación, y que en algún momento saldrá inconscientemente o contagiados por otros de ese estado acomodaticio en el que nos hemos instalado. Bicos

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